El 4 de octubre se celebra el Día Mundial del Animal por iniciativa de la Organización Mundial de Protección Animal. Este evento tuvo su inicio en 1929 en el congreso celebrado en Viena.
Desde las organizaciones internacionales insisten en recordar la importancia de todas las especies animales que habitan el planeta.
Además, hacen hincapié en fomentar una nueva cultura del respeto y sensibilidad para hacer de este mundo un sitio más justo para todos.
Celebrar la vida animal en todas sus formas, celebrar la relación de la especie humana con el reino animal, reconocer los diversos roles que los animales desempeñan en nuestras vidas, desde ser nuestros compañeros, apoyándonos y ayudándonos, hasta ser capaces de asombrarnos cada día, y reconocer y agradecer la forma en que los animales enriquecen nuestras vidas, son algunos de los objetivos de esta fecha.
Relación con lo religioso…
Su origen tiene que ver con un santo que dedicó su vida a servir y ayudar a todas las formas de vida y es considerado el santo patrón de los animales. En este día, muchas iglesias acostumbran bendecir a mascotas domésticas y otras especies animales.
También es común que algunos refugios organicen eventos para recaudar fondos.
El Día Mundial de los Animales se instituyó el 4 de octubre porque ese día es la fiesta de San Francisco de Asís (1181-1226), un santo italiano que profesaba un gran amor por los animales y se le considera su santo patrón.
A San Francisco de Asís se le ha considerado el primer humano que se concibió a sí mismo en relación con todas las cosas creadas, y que consideraba que todos somos ‘criaturas de Dios’, sin establecer diferencias entre humanos y el resto de los animales.
‘Dios creó a todas las criaturas con amor y bondad, grandes, pequeñas, con forma humana o animal todos son hijos del Padre y fue tan perfecto en su creación que dio a cada uno su propio entorno y a sus animales un hogar lleno de arroyos, árboles y prados hermosos como el propio paraíso’, según San Francisco de Asís.
En el año 1929, el 4 de octubre fue declarado Día Mundial de los Animales, por iniciativa de la Organización Mundial de Protección Animal, durante un congreso celebrado en Viena.
Años más tarde, en 1980, el papa Juan Pablo II declaró a san Francisco de Asís patrono de los animales y de los ecologistas.